KEO es un satélite pasivo a punto de emprender una odisea de 50.000 años de duración.
A fin de maximizar las posibilidades de éxito de su misión, se ha recurrido a las tecnologías más avanzadas.

Un satélite pasivo

Pasivo significa que no hay energía, instrumentación ni siquiera electrónica a bordo.
Una vez inyectado en su órbita, KEO regresará a su suelo natal bajo únicamente el efecto conjugado :
- de las leyes de la balística
- de la atracción lunar y planetaria
- de la presión de las radiaciones solares
- y de los frotamientos debidos a las capas densas de la atmósfera.

La órbita deseada

La órbita deseada de KEO es una órbita circular de una inclinación inferior a 57º y de una altitud de 1.800 kilómetros. Dada la duración de su misión, 50.000 años, esta órbita es un compromiso entre las posibilidades de lanzamiento actuales y la capacidad de su estructura para resistir las radiaciones cósmicas y los impactos de deshechos y micrometeoritas.

Un pasajero secundario en un lanzador

La esfera central mide cerca de 0,8 metro de diámetro para un envergadura de unos 10 metros una vez desplegada y un peso inferior a 100 kilogramos. Gracias a su volumen reducido y a su pequeña masa, se puede aceptar KEO como pasajero secundario en un vuelo dirigido hacia la órbita deseada.

Escudos de protección

El espacio es un entorno muy agresivo. Para resguardar su carga útil intacta, KEO debe acorazarse de numerosos escudos de protección :
- escudo anti-oxígeno atómico, hecho de aluminio para limitar la oxidación,,
- escudo anti-radiaciones cósmicas constituido por capas sucesivas de tungsteno y de titanio, para completar la protección natural que ofrecen las cinturas de Van Allen,
- escudo anti-meteoritas y anti-deshechos espaciales humanos, realizado por alternación de materiales pesados y de vacío,
- escudo térmico capaz de resistir a temperaturas que alcancen 2800º y generador de la aurora boreal artificial que se creará cundo regrese KEO la Tierra.

Alas animadas por aleaciones de memoria de formas

Una vez inyectado en órbita, KEO desplegará sus alas para iniciar su vuelo simbólico de gran ave... Para batir sus alas KEO recurre a un tecnología muy adelantada : las aleaciones de memoria de formas. Estas aleaciones metálicas pueden « memorizar » distintas formas correspondientes a distintas temperaturas, formas que vuelven a tomar cada vez que encuentran las mismas temperaturas. Aquí KEO utiliza la diferencia de temperatura entre la sombra y el pleno sol para que, a lo largo de su recorrido alrededor de la Tierra, sus alas se levanten con los rayos del sol y se bajen al penetrar dentro del cono de sombra de la Tierra.

Una aurora boreal

Algunos minutos antes de su aterrizaje, bajo los efectos del calentamiento debido a las capas densas de la atmósfera, el escudo térmico de KEO desprenderá una fuerte ionización que creará un amplio penacho de luz en el cielo, semejante a una aurora boreal.

Aterrizaje

Los regalos arqueológicos de KEO serán protegidos por un escudo térmico anti-choque constituido en su interior por espumas metálicas y por fuera por una envoltura de titanio. Este escudo es capaz de resistir una velocidad de impacto de un máximo de 103,3 metros/segundo, o sea una prestación similar a la de los vehículos de re-entrada actuales. Esta cápsula de re-entrada está concebida de tal modo que su densidad a su regreso será inferior a 1, lo que asegurará su calidad de insumergible en caso de caída al mar.

Para más informaciones ,puede usted descargar 3 páginas en idioma inglés de la demostración de factibilidad técnica que resumen la presentación hecha por Aerospatiale en el marco del 48º Congreso Internacional de astronáutica en Turín en octubre de 1997.

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